Sesiiion 1
Equipo 6
Al proclamarse la independencia del país en 1821, con los tratados de Córdoba, se adoptó un sistema de gobierno imperial bajo el mando de Agustín de Iturbide, quien heredó exactamente la misma división política que tuvo el último virrey, don Juan O’Donojú, y que observamos en el anterior mapa. Sin embargo, tras el breve periodo en que tuvo el poder Iturbide como emperador —de julio de 1822 a marzo de 1823—, la visión del tipo de Estado que se requería dio un giro y se optó por el sistema republicano, que se vio consagrado en la primera Constitución de 1824.
A finales del siglo XVIII, concretamente en el año 1786, se dio un cambio trascendental en la división política de la Nueva España. Establecido el dominio borbón en España, se hicieron reformas administrativas impulsadas por el rey Carlos iii con la finalidad de reducir los poderes del virrey y de las audiencias. Estas nuevas divisiones, llamadas intendencias, crearon un tipo de gobierno en el que el intendente o gobernador general unificaba las funciones de impartición de justicia, obras públicas, hacienda y guerra. Estas reformas se tradujeron en la formación de doce intendencias en el territorio novohispano del centro y sur, mientras que en todo el norte —en el que la densidad de población era mucho más baja— se agruparon las provincias existentes bajo el mandato de dos intendencias: las provincias internas de oriente o Intendencia de San Luis Potosí, y las provincias internas de occidente, que comprenden las intendencias de Durango y de Arizpe, con una fuerte presencia militar ante las amenazas provenientes del norte del país.
Tras la Conquista y el establecimiento del Virreinato, fueron múltiples las divisiones políticas que se hicieron de nuestro territorio. Esto se debió, principalmente, a disposiciones reales basadas en las circunstancias históricas de cada momento durante los tres siglos de colonización. La primera división obedeció a las campañas militares de los inicios del Virreinato. Así, el territorio sometido por Hernán Cortés tomó el nombre del reino de la Nueva España y comprendía prácticamente todo el centro del país, desde el Océano Pacífico al Golfo de México, y desde San Luis Potosí hasta el istmo de Tehuantepec. Su centro político y económico fue la ciudad de México.
La historia de Mesoamérica se inició, aproximadamente, hace unos 4000 años. Fecha en la que los grupos, que ya tenían asentados aproximadamente entre 2000 y 3000 años, comenzaron a desarrollar su propia individualidad. Aunque mantuvieron una serie de rasgos comunes, cada cual creó sus propias manifestaciones que son fáciles de reconocer y forman las llamadas "áreas culturales" : Costa del Golfo, Oaxaca, El Área Maya, Altiplano Central y El Occidente de México.
Los señoríos independientes eran pueblos que no formaban parte del imperio mexica y que, por lo tanto, eran un obstáculo para la expansión territorial y comercial de éste, además de que no pagaban tributo. Estos señoríos son importantes porque, al identificar los espacios que ocupaban, es posible distinguir algunos de los estados actuales del país que tomaron su nombre de aquellos primeros pueblos: la demarcación del imperio tarasco es casi la misma que la del actual estado de Michoacán; los antiguos señoríos de Colima y Tlaxcala fueron la base de los estados del México independiente que ahora conocemos, y el señorío de Xalixco, del que toma su nombre el actual estado de Jalisco, pero que, curiosamente, ocupaba el territorio de lo que hoy es el estado de Nayarit.
Aridoámerica es una ecoregión que comprende estados de la república mexicana y de la unión americana.